Lomas “ofrece a la vista una hermosa y larga llanura” como recogían, a principios del siglo XIX, los monumentales Diccionarios Geográficos Estadísticos Históricos de España y Portugal de D. Sebastián Miñano, y, de D. Pascual Madoz citando que “desde la torre de la iglesia se contaban más de 23 pueblos”.
Con la actual Torre-Mirador se ha ampliado la panorámica al horizonte de la Castilla del poeta, al crisol terracampino con sus extensos campos sembrados de cereal y el semblante de los tradicionales palomares de adobe alumbrados con la policromía de luces de sus atardeceres eternos, a la ruta jacobea y a la Montaña palentina con el perfil de la Peña Redonda y el Pico Curavacas fácilmente reconocibles, a las laboriosas tareas de nuestras gentes y, principalmente, a las especies cinegéticas con las que convivimos desde tiempos inmemoriales evocando aquel refrán popular que glosaba “la Torre de Lomas por todos los sitios asoma”.